2 de diciembre de 2011

CHOCOLATE
Un día en el que lo que menos te apetece ver es la lluvia. ¿Sí? Pues marchando un día lluvioso.
Un día en el que lo que menos te apetece es ver al chico que hace que te tiemblen las piernas. ¿Sí? Pues te encuentras a ese chico por todos los rincones (la abuela dice que hasta en la sopa).
Un día al que apodas como una mierda; un día que no quieres repetir. Él y su éstupida sonrisa, con esos dos dientes torcidos que te encantan y unos ojos que son peor que el laberinto de Harry Potter y el Cáliz de Fuego.
Un día en el que terminas con todas las reservas de chocolate que hay en la despensa, sin importante las calorías que tiene.
Un día en el que dices, chocolate, gracias por existir.
¿Qué haría sin el chocolate?

2 comentarios:

IreneCandy dijo...

A mí siempre me anima un poquito! :D

Un besito y feliz puente!

El viejo bahúl dijo...

Ains.... cuantas veces habrá sido el chocolate mi vía de escape!