Salir por la calle y pensar todo el rato que nos vamos a encontrar, sonriendo bajo las estrellas, entre el frío de la noche. No prestar atención a la gente que te acompaña porque sólo importas TÚ. Tú y tus ojos marrones, tu sonrisa torcida y esas arruguillas que te salen al sonreír; esa voz que hace que se me bloqueen todos los sentidos.

Esa sensación de calma que me invade cuando estás cerca, y a la vez los nervios que me provocas.

(P.D: Te quiero)

Sé que no soy perfecta. Tengo los dientes grandes, marcas de acné. En las piernas tengo una verruga y dos cicatrices. Mis pies son espantosos y mi nariz no es la más bonita del mundo. Tengo demasiados lunares y la mayoría de los días me levanto con ojeras. Lloro con casi todas las películas que veo y con mis canciones favoritas. Canto cuando hay gente en casa y cuando no; además doy conciertos nocturnos en la ducha, mientras imagino que me besan bajo la lluvia. Sonrío a todas horas, incluso cuando me siento como una mierda. Soy fuerte y creo en mí misma. Soy exigente. Quiero una vida de película y creo en el príncipe azul. No soy la típica chica que le dice sí al primero que aparece, he visto demasiadas películas de amor, y quiero a un hombre así. Tengo amigos a los que sólo conozco por Internet, y son mejores que todos los que se hacen llamar amigos y que viven en mi misma ciudad. Soy falsa con la gente que lo es conmigo, y soy fiel con los que me quieren. No me gustan las apariencias ni las etiquetas. Critico cuando me critican, y puedo llegar a ser la mejor criticadora del planeta. No soy cariñosa por miedo a encariñarme demasiado. No me gustan los abrazos ni los besos, me siento incómoda cuando me los dan. Nunca he dicho un 'Te quiero', creo que las palabras se las lleva el viento: los hechos son los que cuentan.

Así soy. No soy perfecta, y amo como soy. No voy a cambiar por nada ni por nadie. Al que no le guste, que no mire.