13 de diciembre de 2011

Me da igual que me necesites. Sí, estoy harta de estar siempre ahí, y de recibir malas palabras a cambio.
Que los consejos se lo pidas a tu novia, o a tu rollo de hace unos meses. 
Quiero que sepas que NO soy tu segundo plato, y que a partir de ahora me voy a querer más a mí misma. Sí, porque yo te quiero, pero no lo suficiente para dejar de pensar en mí, porque yo voy primero que tu estúpido y arrogante egoísmo.
Así que ya sabes, si tienes dudas sobre cualquier cosa, no me busques, mejor buscas a Google.
Y si te aburres y quieres diversión, te follas a tu novia, pero me dejas de llenar la cabeza de ilusiones, que bastante tengo ya con mis problemas, para que me vengas con gilipolleces.
Por último decirte que no soy tu puñetera mejor amiga, ¿vale? NO PODEMOS SER AMIGOS. ¿Por qué? Bueno, a pesar de lo evidente de mis sentimientos hacia a ti y que no son correspondidos, me dices cosas que NO son normales. ''Odio que seas tan exigente contigo misma.'' ¿Hola? Será mejor ser un bala perdida, como tú, que además de repetir curso te crees que el fútbol (que es un pasatiempo) te va a dar de comer. ¡DESPIERTA! Esto es el mundo real. Aquí nadie te va a sacar las castañas del fuego. Tú tienes que ser el único que mire por tu bien y mirar por un futuro realista, aunque esa palabra te suene a chino. (No me gusta el  verbo 'odiar', y menos que la gente lo use con gente que se supone que quieren).
P.D: No, no tengo un mal día, ni tengo la regla. Tan sólo estoy hasta las narices de que me confundas. Hoy un 'Hola y dos besos', pasado una 'Ignoración y una mala cara'. No sé si tengo cara de Barbie o qué, pero te lo aclaro: NO SOY TU MALDITO JUGUETE.

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